lunes, 21 de diciembre de 2015

Celebración del Qhapaq Raymi en Tres Ombúes.


Se llevó a cabo este domingo 20 de diciembre, la Celebración del Qhapaq Raymi en el sitio sagrado Tres Ombúes (sito en Autopista Richieri y Camino de Cintura en Ciudad Evita) donde se reunieron distintas comunidades aborígenes y vecinos para rendir tributo a este festejo ancestral de la cultura andina. Amenizada con las melodías provenientes de los sikuris presentes para realizar la ceremonia al pie de los talas y ombúes dentro de lo que sería el sitio arqueológico querandí, también conocido como Yacimiento Ezeiza que esta pronto a desaparecer si no se tiene en cuenta los negociados inmobiliarios que están poniendo en vilo la tierra de nuestros ancestros los querandíes.

La ceremonia la llevó a cabo Mario Barrios y mediante presentación individual de los presentes se procedió a hacer una ronda y después los sikuris interpretaron la canción “5 siglos” al son de las quenas y sikus de San Alberto y de Punta Querandí, también estuvo presente Peñi de Los Toldos, hoy residente de San Justo de la comunidad mapuche, Tony Reyes León de la comunidad Qom, Miguel Ferreyra Cheuke, Colectivo Tres Ombúes, Reserva Natural Ciudad Evita, del Colectivo Ecológico “Unidos por Laguna de Rocha”, Empo, el arqueólogo Dr. Marcelo Weissel entre otros. Hubo un breve altercado con un compañero instantes previos a ingresar al sitio por parte de miembros de la comunidad Boliviana que están construyendo en sitio sagrado y no dejaban ingresar aduciendo que era propiedad privada ante esto tubo que interceder de mediador un agente de la policía municipal de La Matanza garantizando la estadía durante la celebración y acompañando durante la salida del mismo pudiendo mediar para que se garantice realizar un permiso para que puedan entrar en futuras visitas por el portón de entrada que da acceso al mismo sitio sagrado.

Cada 21 de diciembre, día en que comienza el solsticio de verano, la cultura andina celebra el Qhapaq Raymi, Fiesta Mayor o Gran Fiesta de la Vida, que representa el inicio de un ciclo nuevo. Este festejo ancestral, es uno de los más importantes en la cosmovisión indígena, junto con el Inti Raymi, el 21 de junio, una larga jornada donde se aguarda la salida del sol alrededor de un fogón, compartiendo historias, música y hermandad.

El Qhapaq Raymi es referente a la época del ciclo que “se relaciona con la estación del calor y la reproducción de la vida en abundancia en los ecosistemas andinos, con las primeras cosechas de los frutos de la tierra y de los camélidos”, afirman los amautas (sabios) y que han sabido mantenerse a lo largo de los siglos, ya que supo ser una celebración prehispánica que se prolonga hasta la actualidad.

En esta celebración, siempre existe una interacción concreta que es el agradecimiento a la madre tierra, al padre sol, por los dones recolectados, porque gracias a su acción natural y directa, las comunidades pueden obtener el alimento, o colaborar en el cuidado de sus cultivos. Es un círculo de complementariedad, donde la dualidad de lo masculino y femenino rigen.

















 

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